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Los niños asmáticos pueden disfrutar sin limitaciones [4-5-16]

 
Los niños asmáticos pueden disfrutar sin limitaciones

El asma no es sólo silbidos en el pecho y dificultad para respirar. Si no es tratada oportunamente, esa enfermedad crónica puede ser un sinónimo de claustro para los niños que la padecen, pues la mayoría de los factores ambientales que la desencadenan suelen estar asociados a la actividad infantil: polen, infecciones virales frecuentemente adquiridas en colegios y guarderías, ejercicio físico y ácaros, presentes en el pelo de las mascotas domésticas.Un diagnóstico de asma podría arruinar toda perspectiva de diversión para un niño durante las vacaciones escolares; sin embargo, hay esperanzas.Como otras enfermedades crónicas ­la diabetes es un ejemplo−, el asma controlada no debería constituir un factor limitante en su vida diaria, afirma la pediatra Magdalena Sánchez.Asegura que por tratarse de una condición crónica, el asma puede mantenerse a raya con supervisión médica y tratamiento farmacológico, cuando no se presentan crisis que ameriten visitas de emergencia al hospital o que impidan la realización de actividades físicas.El tratamiento tiene dos fases: una de alivio rápido, dirigida a reprimir los episodios violentos de disnea, y otra de largo plazo, para el control prolongado de la condición crónica. Los padres tienen un papel fundamental: fomentar en el niño el seguimiento riguroso de la terapia. "Ninguna etapa del tratamiento debe abandonarse, aunque los síntomas disminuyan", apunta.Se calcula que cerca de 300 millones de personas en el mundo padecen ese mal, que inflama las vías respiratorias y las hipersensibiliza en presencia de alergenos. Como consecuencia, los músculos que rodean las vías respiratorias se contraen y dificultan aún más la llegada de aire a los pulmones, lo que origina el característico silbido ­denominado sibilancia­, presión en el pecho, dificultad respiratoria y tos.En casos extremos, la intensidad de la disnea puede causar la muerte por falta de oxígeno; estadísticas suministradas por especialistas refieren que 1 de cada 250 muertes en el mundo es causada por crisis asmáticas, totalmente prevenible con tratamiento.Orientación vital. Por las características del asma, la recomendación profesional es que todo infante que la padece conozca su condición y los alergenos que la producen. Así lo explica la psicóloga Guadalupe Pérez: "Hay que orientar al niño sobre cosas elementales que puedan ayudarlo en momentos clave, como el uso del nebulizador, por ejemplo".También se sugiere que el entorno del paciente conozca su condición y su tratamiento, para que se sepa cómo actuar en caso de que surgiera alguna eventualidad. Eso incluye a cuidadores permanentes, como los de guarderías, y temporales, en el caso de planes vacacionales.
 

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