29/10/15

Asma durante el embarazo [29-10-15]


Asma durante el embarazo

Es importante tomar las precauciones necesarias si tienes asma, más si te encuentras en la etapa de la gestación. Consultar con un médico sobre este problema te hará llevar un mejor control de tu salud y la del bebé.


El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche, establece la Organización Mundial para la Salud (OMS).

Si está embarazada o está pensando en tener hijos, es más importante que nunca que su asma esté bajo control. Evitar los desencadenantes y tomar sus medicamentos contra el asma como indica el médico puede ayudar a asegurar un embarazo saludable para usted y para su futuro hijo.

De tal manera, es importante tomar en cuenta el control mensual del asma durante las visitas prenatales. Esto es porque el ciclo del asma mejora para aproximadamente un tercio de las mujeres y empeora para aproximadamente otro tercio de las mujeres durante el embarazo. El examen mensual brinda al médico la oportunidad de cesar el tratamiento (en caso de ser posible) o reforzar el tratamiento (en caso de ser necesario).

El asma tiene tendencia a empeorar durante el embarazo al final del segundo y al inicio del tercer trimestre; sin embargo, las mujeres pueden experimentar menos asma durante las cuatro últimas semanas del embarazo. Los niveles elevados de cortisona en el cuerpo durante el embarazo pueden ser una causa importante para esta mejoría. El asma difícil durante el trabajo de parto y el período expulsivo es muy rara en las mujeres que han recibido un control adecuado del asma durante el embarazo.

Por otro lado, el asma materna puede acrecentar el riesgo de mortalidad, el bajo peso del feto al nacer o complicaciones en la gestación como retención de líquidos o hipertensión arterial o nacimientos prematuros. Si la madre requiere cortisona (esteroides) orales o por inhalación, el embarazo y su término no parecen afectarse si se controla el asma.

Asimismo, el asma no controlado puede acarrear una disminución en la cantidad de oxígeno que llega a los pulmones y es el que, al pasar a la sangre, le llega al feto a través de la placenta. Esto tiene que ser constante, por lo que es fundamental que la respiración y la oxigenación de la madre no se altere. Este problema puede llevar a una alteración en el crecimiento y supervivencia fetal. El feto requiere un aporte constante de oxígeno para su crecimiento normal y desarrollo, por lo que es muy importante.

Los medicamentos para el asma no parecen estar asociados con un aumento en las malformaciones congénitas. Observaciones en cientos de pacientes embarazadas con asma han demostrado que la mayoría de los medicamentos antiasmáticos son apropiados para su uso en el embarazo. Los riesgos de asma no controlada parecen ser mayores que los riesgos de los medicamentos necesarios para el asma. Sin embargo, cualquier medicamento oral deberá evitarse al menos que sea necesario para el control de los síntomas. En general los aerosoles son el tratamiento de preferencia.

Por lo tanto, el control del asma durante el embarazo parece ser esencial para la buena salud de la madre y del feto. La mujer embarazada debe ser monitoreada regularmente.

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